sábado, 11 de marzo de 2017

Alimentación infantil y vitaminas

A menudo surgen controversias cuando a las vitaminas en la etapa infantil se refiere, quizás los suplementos vitamínicos recomendados a recién nacidos, vitaminas no indicadas, etcétera, por lo que hacemos mención de los puntos importantes en esta etapa.

Imagen obtenida de:
http://enfermerapediatrica.com/la-lactancia-artificial-y-la-toma-de-biberon/


Vitamina K: Esta vitamina no es transportada a través de la placenta de la madre al feto y las concentraciones de vitamina K en la leche materna son bajas en relación con las recomendaciones. La fuente de vitamina K en el recién nacido es la sintetizada a partir de las bacterias intestinales, por lo que se recomienda administrar una dosis al momento del nacimiento a todos los recién nacidos para prevenir la enfermedad hemorrágica, no siendo necesaria una suplementación posterior en un lactante sano.


Vitamina D: La fuente de vitamina D en el recién nacido es sólo el paso de la misma a través de la placenta, dependiente del estado de vitamina D de la madre, habiéndose demostrado que los depósitos en el recién nacido de madres con niveles normales de vitamina D duran aproximadamente 2 meses. Si bien es discutible la necesidad de suplementar con vitamina D al recién nacido debido a que la exposición al sol (con la cual se produce esta vitamina en el cuerpo) y a que las recomendaciones no son muy grandes por lo general se recomienda suplementar con vitamina D al recién nacido a partir del segundo mes de vida.

Se recomienda la suplementación de ambas vitaminas durante el primer año de vida del bebé ya que después de ese tiempo ya habrá sucedido el proceso de ablactación y el bebé ya estará dentro de casi toda la alimentación familiar de donde (si la alimentación es correcta) obtendrá todas las vitaminas necesarias.
Durante ese primer año de vida no requerirá de más suplementación vitamínica ya que la leche materna ya contiene los nutrientes que el recién nacido necesita, he allí una de las importancias de darle pecho al bebé mientras que los que reciben fórmula láctea por lo general ingieren ya estas vitaminas debido a que están añadidas a dicha fórmula.


Referencias: Rebollo, M.. (2002). SUPLEMENTOS NUTRICIONALES EN PEDIATRÍA. marzo 7, 2017, de Revista Chilena de Nutrición Sitio web: http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75182002000300004


martes, 7 de marzo de 2017

Falsas ideas sobre consumir vitaminas

https://ar.selecciones.com/contenido/a1043_verdades-sobre-las-vitaminas
En la vida cotidiana es fácil caer en falsas creencias en cuanto a la alimentación se refiere.
Entre estos "mitos" son comunes los que se refieren a las vitaminas, tal es el caso que se suele escuchar que consumir vitaminas antes de hacer ejercicio mejora el rendimiento, que las vitaminas nos dan energía, que si la vitamina C evita el resfriado común, etc.



Si es cierto que las vitaminas ayudan a mantener un ambiente de homeostasis en el organismo; el exceso en la ingesta de algunas puede ser nocivo para la salud como es el caso de las vitaminas A, D, E y K, que son vitaminas liposolubles. Éstas vitaminas son solubles en presencia de lípidos o "grasas" por lo que se almacenan de igual forma en el tejido adiposo, lo que propicia a que si se consumen en demasía sus niveles pueden llegar a niveles críticos que mermen la salud, por lo que no es recomendable consumirlas en exceso.
Ya sabiendo los beneficios que aportan las vitaminas cabe señalar o recordar que son sustancias libres de energía, en otras palabras; las vitaminas no aportan energía por lo que no sirven para reponerla y, por otro lado, consumir suplementos vitamínicos justo antes de un entrenamiento no hará diferencia alguna en cuanto al rendimiento.

Consumir vitaminas tampoco nos vuelve más jóvenes o evita la aparición de arrugas.
Si bien algunas (tales como la vitamina C y E) son consideradas como potentes antioxidantes su función no recae sobre éstos aspectos, sino que favorecen la desintoxicación del organismo e incluso evitan la acidificación por los radicales libres, pudiendo atrevernos a mencionar que pueden ser una buena medida para reducir la probabilidad de presentar cáncer en el futuro aunque no a su tratamiento.



Suplementación vitamínica

La suplementación con vitaminas, ¿es necesaria?, ¿cuándo se necesita?, ¿qué beneficios tiene el hacerlo?


¿Por qué recurrir a los suplementos vitamínicos?
Bueno, estos son adecuados para "asegurar" una ingesta adecuada de, por ejemplo, ácido fólico en las mujeres en edad fértil o posiblemente de vitaminas D y B12 en los ancianos. Entonces tratamos de cubrir una ingesta diaria o IDR.


Algunas creencias cotidianas apuntan a que ingerir vitaminas ayuda en el rendimiento deportivo, mejorar la agilidad mental o que nos dan energía pero esto no podría estar más equivocado, como ya se mencionó la suplementación sólo coadyuva al propio funcionamiento de las vitaminas, entonces no hay alguna función agregada con la suplementación.

Vitamina E.-La principal fuente alimentaria de vitamina E la constituyen los vegetales y los aceites de semillas; la dieta habitual en los Estados Unidos contiene aproximadamente 15 UI/d. La vitamina E de los alimentos que corresponde en su mayor parte a gammatocoferol, actúa como antioxidante. Los suplementos de vitaminas E contienen principalmente a alfa-tocoferol que in vitro puede bloquear la actividad antioxidante del gammatocoferol. Dosis altas de vitamina E pueden interferir con el metabolismo de la vitamina y la función plaquetaria. En 2 estudios con cuestionarios dietéticos, el hecho de seguir una dieta con un alto contenido de vitamina E no se asoció a un menor riesgo cardiovascular, pero las mujeres y los hombres que especificaron tomar regularmente suplementos de vitamina E durante 2 a o más presentaron una incidencia menor de arteriopatía coronaria. En otro estudio con cuestionarios de mujeres se determinó que una alta ingesta de vitamina E se asociaba con un menor riesgo de muerte por cardiopatía coronaria. En un estudio a doble ciegas en pacientes con arteriosclerosis coronaria se demostró que el tratamiento con 400 u 800 UI/d de vitamina E durante una mediana de 500 d (entre 5 y 980 d) daba lugar a una disminución estadísticamente significativa de la incidencia de infartos no mortales de miocardio. Sin embargo, la mortalidad cardiovascular y global fue ligeramente superior en los pacientes que tomaron suplementos de vitamina E en comparación con los que recibieron placebo. En un estudio controlado con placebo en fumadores finlandeses se apreciaron pocas diferencias de riesgo cardiovascular pero una menor incidencia de cáncer de próstata y mortalidad por esta neoplasia en los pacientes que recibieron diariamente 50 UI de alfa-tocoferol.

β-Caroteno y vitamina A. Las principales fuentes de β-caroteno son las frutas y los vegetales de color oscuro. Las principales fuentes de vitamina A son la carne, el aceite de pescado, el pescado y los productos lácteos. El β-caroteno y la vitamina A son antioxidantes, pero in vitro también pueden tener efectos prooxidantes. Los estados epidemiológicos han puesto de manifiesto que títulos superiores de carotenoides en la dieta y concentraciones séricas superiores de β-caroteno se asocian con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares y cáncer (especialmente de pulmón). Los preparados multivitamínicos suelen contener 1 000 a 10 000 UI (0,6 a 6 mg) de β-caroteno. Los suplementos de β-caroteno contienen habitualmente 12 a 15 mg. En un estudio de intervención a doble ciegas de 12 a de duración se observó que los suplementos de β-caroteno (50 mg cada 2 d) no producen efecto sobre la incidencia de enfermedad cardiovascular u oncológica. En un segundo estudio controlado con placebo en fumadores finlandeses se apreció que 20 mg/d de b-caroteno aumentaban significativamente un 18 % la incidencia de cáncer de pulmón. Otro estudio en trabajadores fumadores expuestos al asbesto se interrumpió prematuramente debido a que no se demostró beneficio mientras que el tratamiento con 50 mg de β-caroteno y 25 000 UI de vitamina A al día se asoció con un incremento de la incidencia de cáncer de pulmón, mortalidad cardiovascular y mortalidad global.

Vitamina D. Las fuentes dietéticas principales de vitamina D son la carne, el pescado y en los Estados Unidos la leche reforzada. El yogur y otros productos lácteos no suelen estar reforzados con vitamina D. Muchos ancianos reciben cantidades inadecudas de vitamina D debido a la baja exposición a la luz solar, la baja síntesis cutánea de vitamina D y la disminución de la absorción y la activación de la vitamina. Las últimas recomendaciones sobre esta vitamina en los Estados Unidos basadas en cantidades que han retrasado la pérdida ósea, son de 200 UI/d para varones y mujeres de 19 a 50 a de edad y 600 UI/d para sujetos mayores de 70 a de edad. Los ancianos que no beben leche y no reciben luz solar directa requerirán suplementos para alcanzar esas cantidades de vitamina D. 

Vitamina C. Las fuentes dietéticas principales de vitamina C en los Estados Unidos son los cítricos y los tomates. Al igual que la vitamina E y el β-caroteno, la vitamina C puede producir tanto efectos prooxidantes como antioxidantes. Un vaso de jugo de naranja contiene aproximadamente 100 mg de vitamina C. Títulos dietéticos de unos 200 mg/d de vitamina C mantienen reservas máximas de la vitamina. Una alta ingesta y concentraciones séricas elevadas de vitamina C se han asociado con una baja incidencia de cataratas seniles, cáncer y arteriopatía coronaria y concentraciones superiores de colesterol en lipoproteínas de alta densidad (HDL). No se han publicado estudios de intervención a largo plazo con vitamina C. Estudios aleatorizados de corta duración han demostrado que tomar vitamina C no previene las infecciones respiratorias altas. Dosis altas de vitamina C (superiores a 1 g) se absorben poco y causan diarrea, y pueden incrementar la excreción urinaria de oxalato hasta concentraciones que podrían aumentar la incidencia de cálculos renales. En un estudio controlado en 30 voluntarios varones que recibieron un suplemento diario de 500 mg de vitamina C se observaron tanto aumentos como disminuciones de diversos marcadores de lesión oxidativa de DNA en los linfocitos periféricos.

Vitamina B12. Las fuentes alimentarias de vitamina B12 son la carne, el pescado y los lácteos. Los ancianos con gastritis atrófica que afecta entre el 10 y el 30 % de los norteamericanos mayores de 60 a, no pueden absorber vitamina B12 unida a proteínas de los alimentos, pero normalmente absorben la vitamina B12 cristalina. Por lo tanto, los ancianos deben tomar vitamina B12 en forma de 80 alimentos reforzados (cereales) o como suplemento dietético diario con al menos la cantidad diaria recomendada de vitamina (2,4 mg/d). 

Ácido fólico. La dieta habitual de los Estados Unidos suministra de 50 a 500 mg de ácido fólico absorbible por día, principalmente en forma de carne y vegetales de hoja oscura, pero la biodisponibilidad del folato en dietas mixtas es variable. Los suplementos de ácido fólico tienen una biodisponibilidad aproximadamente el doble de la de las comidas. Desde enero de 1998, todos los cereales enriquecidos vendidos en los Estados Unidos contienen 140 mg de ácido fólico por 100 g, y se ha estimado que ese refuerzo aumentará en aproximadamente 100 mg/d la ingesta de este factor. Sin embargo, incluso esta cantidad puede ser inadecuada para la prevención de los defectos del tubo neural que se producen al principio del embarazo, antes de que la mayoría de las embarazadas sepan que lo están. La administración de suplementos dietéticos de 400 mg/d de ácido fólico en todas las mujeres en edad fértil ha disminuido drásticamente la incidencia de defectos del tubo neural en sus hijos. La baja ingesta de folato absorbible se ha asociado también a incrementos en las concentraciones séricas de homocistina y una mayor incidencia de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares. Dosis altas de ácido fólico pueden enmascarar una carencia de vitamina B12 y facilitar la progresión de enfermedadeds neurológicas. 

Vitamina B6 (Piridoxina). La vitamina B6 se encuentra en las carnes, el pan integral, los cereales, las legumbres y los vegetales. En algunos estudios retrospectivos se ha observado una asociación entre una alta ingesta de esta vitamina, concentraciones séricas bajas de homocisteína y un menor riesgo de cardiopatía coronaria. Sin embargo, faltan estudios prospectivos y no se han determinado las dosis óptimas y la eficacia de los suplementos de vitamina B6.


Podemos concluir que; los suplementos vitamínicos pueden no sustituir adecuadamente los efectos beneficiosos de una dieta rica en frutas y vegetales, una dieta en la que se procura tener variedad y consumir frutas en cada tiempo de comida si es posible además de que no se ha establecido el beneficio de tomar dosis altas de vitaminas. Tampoco hay indicios convincentes de que los suplementos de vitamina C tengan efectos preventivos sobre alguna enfermedad e incluso sabemos que nadie debe tomar suplementos de β-caroteno debido a que según algunos estudios favorece la aparición de cáncer de pulmón en algunos sujetos.

lunes, 6 de marzo de 2017

Ácido ascórbico como antioxidante


El ácido L-ascórbico (AA) también comúnmente llamado vitamina C, es considerado uno de los más potentes agentes antioxidantes del organismo; en humanos se encuentra concentrado en ciertos órganos como: ojo, hígado, bazo, cerebro, glándulas suprarrenales y glándulas tiroideas.



El ascorbato (AH-), forma químicamente estable al pH del cuerpo, es un gran agente reductor hidrosoluble capacez de "limpiar" los tejidos de las especies reactivas del oxígeno (ERO) responsables del stress oxidativo.
El stress oxidativo es causado por un desequilibrio entre la producción de especies reactivas del oxígeno y la capacidad del organismo de decodificar rápidamente los reactivos intermedios o reparar el daño resultante. Todas las formas de vida mantienen un entorno reductor dentro de sus células.





El AA también posee la capacidad de regenerar vitamina E, y de esta manera la mantiene en un estado activo contribuyendo a la acción antioxidante. 
La vitamina C protege de la oxidación a las lipoproteínas de baja densidad (LDL), conjugándose con compuestos hidrofóbicos (palmitato de ascorbilo, ácido acetal ascórbico) e incorporándose a las LDL para cumplir su rol antioxidante.
Además de sus efectos antioxidantes se ha demostrado que posee capacidad para absorber Rayos UV y debido a que está altamente concentrado en córnea, humor acuoso y cristalino, protege a diferentes tejidos oculares de dichas radiaciones.


Bibliografía: Marcelo-Serra, H. & Analía-Cafaro, T.. (2007). Ácido ascórbico: desde la química hasta su crucial función protectiva en ojo. 06 Marzo, 2017, de Scielo Sitio web: http://www.scielo.org.ar/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0325-29572007000400010

Deficiencia de vitaminas o avitaminosis

Avitaminosis


Si bien las vitaminas hidrosolubles no tienden a acumularse en nuestro organismo debido al mecanismo de excreción de las mismas, sí que puede haber problemas en la salud cuando hay una falta prolongada de éstas, lo que se llama avitaminosis.


La deficiencia de vitaminas en concreto desencadena una serie de problemas en el organismo. A continuación mencionamos cuáles son las patologías relacionadas con avitaminosis: 



  • Beriberi (déficit de vitamina B1):  

El Beriberi puede manifestarse con síntomas neurológicos (Beriberi seco) donde la neuropatía periférica y la debilidad muscular son los más destacados, y/o cardiovasculares (Beriberi húmedo), con una variante donde es predominante la insuficiencia cardíaca derecha con índice cardíaco normal o alto y otra aguda caracterizada por insuficiencia biventricular, acidosis láctica e índice cardíaco variable, que sin tratamiento precoz evoluciona al colapso vascular y la muerte.
López-Gaston, O., Malvino, E., McLoughlin, D., Osatnik, J., Chávez-Zambrano, M. & Pino, C.. (2002). BERIBERI CARDIOVASCULAR AGUDO (SHOSHIN-BERIBERI). Febrero 21, 2017, de Policlínica Bancaria Sitio web: http://www.scielo.org.ar/pdf/medba/v62n4/v62n4a06.pdf
Fotografía obtenida de: http://medifitbiologicals.com/beriberi/
  • Deficiencia de vitamina B2:
    Las personas con una dieta inadecuada corren el riesgo de una deficiencia de vitamina B2, especialmente los niños de hogares con una bajo nivel socio-económico, personas mayores con una dieta pobre, personas constantemente a dieta y personas que excluyen los productos lácteos de su dieta (veganos). Los síntomas de la deficiencia de riboflavina incluyen fatiga, crecimiento lento, problemas digestivos, grietas y llagas en las comisuras de la boca, la lengua hinchada y color magenta, fatiga ocular, hinchazón e irritación en la garganta. 
    Imagen obtenida de: http://milksci.unizar.es/bioquimica/temas/vitamins/riboflavina.html

  • Pelagra (déficit de vitamina B3):
    La triada clásica de pelagra es dermatitis, demencia y diarrea, aunque los síntomas no tienen que aparecer en este orden. Las lesiones cutáneas pueden ser el signo inicial. Hay síntomas que pueden preceder a las lesiones cutáneas, tales como debilidad, pérdida de apetito, alteraciones gastrointestinales leves, y alteraciones emocionales o psiquiátricas. Hay autores que lo definen como un estado de envejecimiento temprano. Las manifestaciones cutáneas son patognomónicas. De hecho, el diagnóstico de pelagra es muy complicado cuando no aparecen. Su distribución se determina especialmente por las áreas fotoexpuestas, por el roce y por la presión.
    Imagen obtenida de https://www.emaze.com/@AOFLWQQZ/Trastornos-alimenticios

  • Deficiencia de vitamina B6: 
    La deficiencia de vitamina B6 raramente se da de forma aislada, suele ocurrir en combinación con un déficit de otras vitaminas del complejo B (especialmente con la vitamina B2). Los grupos de población con riesgo de una deficiencia de vitamina B son las mujeres embarazas y lactantes (mayor demanda) y las que toman anticonceptivos, las personas mayores (menor ingesta de alimentos), personas de bajo peso, alcohólicos crónicos y personas con una ingesta de proteínas elevada. Los síntomas de deficiencia incluyen trastornos del sistema nervioso (irritabilidad, depresión y confusión), sistema inmunitario deficiente e inflamación de la piel y las mucosas.
  • Anemia perniciosa (por malabsorción de vit. B12):
    La anemia perniciosa es la causa más frecuente de anemia megaloblástica en nuestro medio y es consecuencia de una deficiencia de vitamina B12 debido a su vez a la disminución o ausencia de factor intrínseco (FI) por atrofia de la mucosa gástrica o por destrucción autoinmune de las cé- lulas parietales productoras de éste. Ante la existencia de una atrofia gástrica intensa, se origina un descenso en la producción de ácido y FI y una posterior alteración en la absorción de vitamina B12. En un 50% de los casos se asocia a anticuerpos anti FI, cuya presencia en otras enfermedades autoinmunes es excepcional. En pacientes con anemia perniciosa la determinación de anticuerpos anti FI tiene una alta especificidad (95%), sin embargo, la determinación de anticuerpos anticélulas parietales cuentan con una especificidad baja.
     
    Produce astenia, palpitaciones, sudoración, mareo e insuficiencia cardiaca de instauración lenta, con buena tolerancia por parte del paciente. Entre las alteraciones digestivas destaca la anorexia, diarrea, estomatitis angular, lengua lisa depapilada, dolorosa al tacto y de color rojo intenso denominada glositis de Hunter. Las alteraciones neurológicas pueden aparecer sin que exista anemia ni macrocitosis, y hay que distinguir entre: 1. Degeneración combinada subaguda medular como Mielosis Funicular y que consiste en una alteración de los cordones posteriores produce parestesias, ataxia, y tendencia a caídas en la oscuridad siendo el signo más precoz en la exploración física la disminución de la sensibilidad vibratoria en las extremidades inferiores. 2. Alteración de la vía piramidal que consiste en paresia, espasticidad, hiperreflexia, alteración de los esfínteres, Romberg y Babinsky positivos y alteraciones mentales (irritabilidad, demencia, depresión).

    El tratamiento de elección es la administración de B12 intramuscularmente. La pauta consiste en administrar 1 mg. de Vitamina B12 diariamente durante una semana, posteriormente semanal durante un mes y después cada 2-3 meses de por vida.


  • Escorbuto (déficit de vitamina C):
    La vitamina C o ácido ascórbico es un nutriente esencial y necesario para la formación y mantenimiento saludable del material intercelular (véase el Capítulo 11); que es como un cemento que une células y tejidos. En el escorbuto, las paredes de los vasos sanguíneos muy pequeños, los capilares, carecen de solidez y se vuelven frágiles, sangran y sufren hemorragias en diversos sitios. La carencia moderada de vitamina C puede incidir en una cicatrización pobre de las heridas.
    El individuo con escorbuto cursa con síntomas y signos como cansancio y debilidad, encías inflamadas que sangran fácilmente en la base de los dientes, hemorragias en la piel, otras hemorragias como por ejemplo el sangrado nasal o epistaxis, sangre en la orina o en las heces, estrías hemorrágicas debajo de las uñas, demora en la cicatrización de las heridas; anemia, etc.
    Un sujeto con escorbuto que muestre algunos de los síntomas anteriores, aunque no parezca muy gravemente enfermo, puede fallecer de repente por insuficiencia cardíaca.
    Imagen obtenida de: https://patologias.wikispaces.com/Escorbuto
    Aunque el escorbuto es una enfermedad relativamente rara, la inflamación y sangrado de las encías es bastante frecuente en ciertas regiones geográficas y puede deberse a falta de vitamina C. La carencia subclínica de vitamina C también puede ocasionar una cicatrización lenta de las heridas o úlceras. Los pacientes que se van a someter a cirugía deben recibir vitamina C si muestran carencia.

    Referencias: 
  • López-Gaston, O., Malvino, E., McLoughlin, D., Osatnik, J., Chávez-Zambrano, M. & Pino, C.. (2002). BERIBERI CARDIOVASCULAR AGUDO (SHOSHIN-BERIBERI). Febrero 21, 2017, de Policlínica Bancaria Sitio web: http://www.scielo.org.ar/pdf/medba/v62n4/v62n4a06.pdfFotografía obtenida de: http://medifitbiologicals.com/beriberi/
  • De Paz, R. & Hernández-Navarro, F.. (2005). Manejo, prevención y control de la anemia perniciosa. Marzo 06, 2017, de Nutrición Hospitalaria Sitio web: http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v20n6/recomendaciones.pdf
  • Teruel López C, Roca B, Lanuza Rubio A, Larrea González R, Simón Marco E. Déficit de vitamina C: escorbuto. A propósito de un caso. An Med Intern (Madrid) 1996; 13: 74-5.  

  • García A, Moreno JL, Serrano-Heranz R, Aramendi MT. Escorbuto del adulto: una entidad infrecuente. Rev Clin Esp 1993; 192: 357-8.  


Alimentos fortificados o enriquecidos

¿Por qué se les conocen como alimentos enriquecidos/fortificados? 

Bueno, el enriquecimiento o fortificación de alimentos es un proceso por el cual se le adicionan vitaminas y/o minerales que dicho alimento pierde durante su procesamiento o manipulación.

La fortificación de los alimentos es una medida de creciente aplicación en los países en vías de desarrollo y, según su categoría, puede clasificarse en restauración, fortificación y enriquecimiento. El agregado de nutrientes a los alimentos puede ser obligatorio o voluntario, según sea ordenado y controlado por el sector oficial o por iniciativa propia de la industria.


Las necesidades de vitaminas debieran habitualmente ser cubiertas con una dieta variada, pero los cambios en nuestros hábitos alimentarios y el procesamiento de los alimentos han reducido el aporte de vitaminas de la dieta habitual. Por ejemplo el procesamiento de los cereales (arroz y trigo) lleva a una pérdida de minerales y vitaminas (como ya se mencionaba previamente). Por otra parte, varias de las vitaminas son sensibles al calor, luz, pH, presencia de oxígeno por lo que se pueden perder durante el procesamiento o almacenamiento de los alimentos. 
Cuando no es posible prevenir una deficiencia de vitaminas mediante modificaciones de la dieta, la estrategia más efectiva es la fortificación de los alimentos. Se entiende por fortificación o enriquecimiento, a la adición de un nutriente a un alimento, independientemente si el nutriente está o no contenido, en forma natural en dicho alimento. 
Tiene como finalidad prevenir la deficiencia de ese nutriente en la población o agregar al alimento algún efecto saludable, como podría ser el reducir factores de riesgo de alguna patología en la población.

El Reglamento Sanitario de los Alimentos vigente define como fortificado o enriquecido si en el alimento se ha modificado para aportar adicionalmente por porción de consumo habitual un 10% o más de la Dosis Diaria de Referencia (DDR) para un nutriente particular. A su vez establece límites máximos de fortificación de alimentos con vitaminas y minerales por porción de consumo habitual, que en el caso de las vitaminas va de un 25 a 100% dependiendo de la vitamina, permitiendo que esos límites se puedan exceder en un 40% para compensar las pérdidas que ocurran durante la vida útil del producto. También señala algunos alimentos en los que está prohibida su fortificación.

Bibliografía: Olivares Grohner, M.. (2013). ¿Por qué es necesario fortificar?. Marzo 06, 2017, de INDUALIMENTOS Sitio web: http://www.dinta.cl/wp-dintacl/wp-content/uploads/Fortificaci%C3%B3n-de-alimentos.pdf

Vídeo obtenido de: https://www.youtube.com/watch?v=bd1ThgJFRf0


Diferencia entre el folato y el ácido fólico

A simple vista resulta fácil pensar que el folato y el ácido fólico son la misma sustancia pero, en efecto, hay una diferencia en ellos.

El ácido fólico es la forma completamente oxidada de la vitamina B9, es de origen sintético y se emplea principalmente para la fortificación de alimentos y como un suplemento vitamínico.
El folato y el ácido fólico se absorben en el duodeno y el yeyuno, las primeras dos porciones del intestino delgado o ID.
Cuando el AF es ingerido en altas dosis, la absorción es menos eficiente, debido a la saturación del sistema de transporte acoplado a protones. 
No obstante, pequeñas cantidades de son absorbidas por difusión pasiva. El folato se encuentran mayoritariamente en hojas de vegetales, legumbres, algunas frutas y en alimentos fortificados como ácido fólico. 


A diferencia del ácido fólico, el folato es inestable a la oxidación, calor y luz. La cocción de vegetales puede destruir 50-80% del folato. Debido a la mayor biodisponibilidad del ácido fólicó comparado con el folato, el contenido total de folato dietario se expresa en "equivalentes de folato dietarios" (EFD). 100 μg de folatos dietarios equivalen a 100 μg EFD. 100 μg de AF como fortificante equivalen a 170 μg EFD.